viernes, 7 de enero de 2011

CARTA A MIS MACOLLOS


Tras  la ventana del recuerdo, 
fugaces cuerpos fueron creciendo
Cambio de ropajes los  efímeros  sueños.
Un ayer de preocupaciones platónicas
o añoranza de fechas importantes...
Otras veces
algunas travesuras en movimiento.
entre lo impetuoso y la reyerta de sus dones.
Más con el entrecejo fruncido o la alegría
a veces colapsa la paciencia sobre algunas decisiones…
Mmmm. Parece que fue ayer…No es un retobo de mi vida
Simplemente, anhelo  viviente en mis adentros.
Entre el sufrimiento y la carcajada 
espontánea   de la nada;
Entre logros y  tropiezos. Engrosaron el álbum de mi vida: mi recuerdos.
Pienso que los griegos me obsequiaron su caja de Pandora.
para guardar sus travesuras. Mis macoyos.
Para mis mejores paisajes cotidianos;
Es más maravilloso que el vellocino de oro que Gedeón guardó
Y que por azares del destino tengo entre las manos. Mis macollos.
Es la ciudad de oro que los conquistadores, jamás encontraron
Pues no eran lingotes amarillos, sino el azul del cariño
Que ahora disfruto con mis macollos.
¿Cuánto tengo de la vida? -Me pregunto…
De la vida por vivir a su lado.  -Imposible medir-.
Más llegasen a leer esto. Mis macollos,  de estirpe indígena
Jamás se humillen de su sangre, pues su linaje
Se compone de otomí y totonaco.
Y quizás sea irrelevante para muchos.
O estigma de otros, pero tienen la templanza real  y arrogante
De aquellos que jamás se vencieron
-Ni por arma, ni tortura-.  Su sangre, primero ofrendaron
Antes que romper su estirpe guerrera.
Ahora les toca buscar en la historia el engranaje de su paso por el mundo
Aunque ni antes, ni ahora, se viven mejores momentos
A cada macollo le toca pulir el carjal con que llegó el reto de sus quehaceres,
A veces, entre cardos y otras, entre pilas de dinero.
Ni lo uno lo otro, los mejores. Tan sólo  cabe, la media de las cosas
Que sí te inclinas por lo material. Te faltará la enorme gama de valores.
Observa a tus mayores y aprende de sus cosas
Aunque, deciden su propia historia. Escuchen sus consejos,
Que así trascendió la educación de los abuelos
-Y los abuelos de los tiempos-.
Ahora que brotaron de este arbusto, les recuerdo que la vida se vive
Y se disfruta, cosechando del trabajo; compartiendo entre familia;  
Dejar que el corazón decida la pareja de sus días y luego
La simiente alegre las estaciones de la vida. Será otra maravilla. Será un comenzar de nuevo.
Escuchar con atención; existen mil razones de aprendizaje.
En este tránsito de vaivenes. El éxito o el fracaso ésta en las manos.
Dos trayectos difíciles de caminar. Macollos… tienen todo para triunfar...pero sean humildes.
Atentamente el árbol de enfrente.               

No hay comentarios:

Publicar un comentario